Emelie (2016)
¿Acaso otra película más sobre una niñera malvada contratada por una pareja para que cuide a sus hijos durante toda una larga noche? Por suerte, no. Transitando por caminos de perversión muy logrados y originales para este tipo de films, Emelie logra, al menos en sus primeros 45 minutos, hacerte pasar un mal trago con todo el gusto que una buena película conlleva.
#SpoilerAlert La psicopatía que maneja el director es impecable. Nada se muestra, todo se insinúa. Y eso funciona mucho mejor en nuestras cabezas. Los juegos perversos entre la niñera y los chicos son colocados de manera maestra por el guionista haciendo que la tensión vaya in crescendo y, lo que es importante, nunca cayendo en lo grotesco. ¿Pedofilia? ¿Muerte de animales? ¿Menores viendo sexo por la tv? Sí, todo, pero de la manera más sutil e inteligente que puedan imaginar. Y es deber señalar la actuación de Sarah Bolger, quien logra dos registros muy eficaces: la chica buena que va a cuidar a los niños, y luego su cara de depravada a medida que va avanzando el film. Pero no todo es color de rosas. Luego de los 45 minutos, se vuelve una película más del género, obvia, con todos los lugares
comunes que se puedan imaginar y con un final que no está para nada a la altura del primer acto.
Pero merece la pena ser vista. Aunque fijate, quizá sea mejor verla en tu casa con tus hijos dando vueltas que ir al cine y dejárselos al cuidado de una niñera.
#HorrorReviews