Bite (2015)
Durante su viaje de despedida de soltera, Casey es picada por un insecto desconocido. A partir de ese día, su cuerpo empieza a sufrir extrañas mutaciones.
#SpoilerAlert Si hablamos de Canadá y el cine de terror/ciencia ficción, es inevitable pensar en David Cronenberg, el maestro del género (el de Shivers hasta Existenz, no el de A History of Violence o Eastern Promises). Casualmente en 1986, año de mi nacimiento, David realizó su película más hitera, la cual no es mi favorita pero debo admitir que marcó un antes y un  después en las películas de transformaciones genéticas: The Fly (aka La Mosca), en donde un científico se cruzaba enéticamente
con una mosca y empezaba a mutar como ella. Son muchas las similitudes como para creer que son puras coincidencias, Bite se trata más bien de un homenaje reactualizado. Con técnicas de found footage mezcladas con tomas convencionales, este film de Chad Archibald peca de clásico en una época donde todo corre a otra velocidad. Bajo una trama que se desarrolla a fuego lento, ¡la primera muerte recién sucede a los cuarenta minutos de metraje! Esto sin nombrar la cantidad de lugares comunes y unas actuaciones que podrían replantearse. Lo único que puede rescatarse es la espectacular transformación de Casey en insecto y la lectura metafórica (no estoy seguro de que el guionista haya querido contar esto, es una visión subjetiva) de cómo el engaño y la mentira de a poco te van transformando en un ser lleno de mal.
Lejos de Cronenberg, muy lejos, Bite es una película que pica pero no deja ninguna marca.
#HorrorReviews